Si tomamos como referencia la información que día a día entregan los medios de comunicación, no podríamos poner en duda que la violencia es un fenómeno de extraordinaria recurrencia siendo, además, el abanico de antecedentes muy amplio: Desde las disputas intrafamiliares, que en muchas ocasiones derivan en la comisión de femicidios, hasta los enfrentamientos entre milicias armadas en Siria, pasando por los ataques suicidas en Europa y Medio Oriente, o por las luchas por mercados y territorios entre grupos de narcotraficantes. La violencia se constituye, en consecuencia, como un campo de acción y de relaciones sociales heterogéneo que demanda ser abordado de forma interdisciplinar.
No obstante, la violencia como temática historiográfica ha contado con un escaso desarrollo en Chile. Este déficit ha sido parcialmente subsanado con el aporte que otras disciplinas del conocimiento han reportado, tanto en la investigación de campo, como en la definición de modelos de análisis. En ese sentido es importante destacar la contribución de la criminología, en especial los estudios referidos a criminalidad, políticas punitivas y régimen penitenciario. La politología, por su parte, ha realizado importantes aportes al estudio de los sistemas políticos, sus crisis y a la concurrencia de la violencia como elemento constitutivo de las mismas. Los estudios sociológicos, anclados preferentemente en el enfoque de la anomia, nos han permitido conocer mejor las estrategias de integración y exclusión social y, en los márgenes de las mismas, la filtración de las conductas violentas. Mientras que la antropología, y en especial la antropología cultural, han relevado la violencia como una conducta atávica fuertemente ritualizada. Más recientemente, la psicología y la psiquiatría han observado la incidencia de la modernidad capitalista en la configuración de nuevas patologías mentales, muchas de las cuales se manifiestan como conductas violentas.
Cabe señalar que, desde el año 2012 (I Seminario Internacional sobre Historia de la Violencia en América Latina, USACH), los estudios historiográficos referidos a esta línea de problematización han comenzado a concitar la preocupación de los estudiantes, tanto a nivel de pre como de postgrado. Es por ello que este seminario se propone, precisamente, instalar un diálogo teórico y metodológico entre la Historia y otras Ciencias Sociales, a objeto de relevar la violencia como una categoría de análisis interdisciplinar, favoreciendo, de esta manera, una reflexión en profundidad de las dinámicas de construcción del poder, la institucionalidad, los movimientos sociales y las construcciones culturales, en Chile y América Latina.