Los Programas de Post Grado en el área de Educación de la Universidad de Concepción se iniciaron el año 1975 con el Programa de Magíster en Educación impartido por la Escuela de Educación. El ingreso de alumnos se realizó en los años 1975-1978 y 1979, fecha en que fue discontinuado. Se reinició en 1983 con la mención en Curriculum, a la que se agregaron la de Evaluación (1986), Decreto Universidad de Concepción N°86-345 y, Orientación (1991). A fines de 1994, se discontinuó la mención de Orientación. En los años 1995 y 1996, se desarrolla con las menciones de Curriculum y Evaluación. A partir de 1997, el programa se ofrece sin menciones, como Magíster en Educación. En forma paralela y desde el año 1994 la Facultad de Educación a través de la Escuela de Graduados (actual Dirección de Postgrado) ha ofrecido el Programa de Magíster en Administración Educacional-MAE. Desde sus comienzos el Programa ha contado con la participación, en calidad de profesores visitantes, de prestigiosos docentes de otras instituciones nacionales o extranjeras, en virtud del reconocimiento en sus respectivas áreas de estudio y la importante especialidad que cada uno desarrolla. En algunos casos, esto ha sido posible gracias al apoyo del Programa Fulbright, de la Dirección de Postgrado y la Vicerrectoría Académica. Dado el desarrollo que ha tenido el Magíster en Educación y dadas las nuevas demandas del sistema educativo, así como de los docentes usuarios de este tipo de Programas, la Facultad de Educación ha estimado pertinente y necesario introducir importantes innovaciones en el Programa y ofrecer un nuevo Programa de Magíster en Educación de tipo profesionalizante en reemplazo del anterior. Este Programa se ofrece con una clara orientación profesional y dirigido fundamentalmente a ayudar a solucionar los problemas reales de formación que experimentan los sistemas educativos, otorgando además la oportunidad de ser cursado de manera presencial, a tiempo parcial, constituyéndose así
Formar graduados de nivel superior. Los graduados deben lograr una capacidad científica en el campo específico de la educación, como también desarrollar una capacidad permanente para generar nuevos escenarios de enseñanza aprendizaje en los ámbitos de trabajo.